Cafetería de especialidad
Proyecto y Dirección de Obra
80 m²
Chacarita, CABA, Argentina.
2022 - 2023
Hobby es una cafetería ubicada en el barrio de Chacarita, en la Ciudad de Buenos Aires. Su nombre surge del entusiasmo compartido de sus dueños, quienes encuentran en el arte de hacer café, una auténtica afición. Descubren allí el disfrute en la exploración de nuevos sabores, maridajes y platos.
Desde entonces surge el concepto de Hobby como un espacio donde los amantes del café puedan experimentar, practicar y disfrutar plenamente de esta pasión compartida. Nace la idea del arte como oficio; una actividad que es aprendida a través de la experiencia.
La identidad del proyecto se define por su enfoque artesanal, abrazando la autenticidad y singularidad del trabajo manual. Inspirado en el concepto japonés wabi sabi, el local fomenta la belleza en la imperfección y lo efímero.
Cafetería de especialidad
Proyecto y Dirección de Obra
80 m²
Chacarita, CABA, Argentina.
Hobby
2022 - 2023
Desde la arquitectura hasta la cerámica y los accesorios de iluminación, se busca capturar la frescura y elegancia de lo simple y lo rústico. Sugiere, además, un proceso natural y único en cada etapa, por lo que todas las piezas diseñadas para este local fueron realizadas por artesanos, a mano y a medida.
La distribución del local se ha concebido de manera estratégica, ubicando la barra con la mayor cercanía posible a la vereda. Esta decisión no solo busca la integración con el entorno, sino también fomentar la interacción social y la vida urbana en el área circundante. La barra, construida de hormigón in situ y tallada a mano, se complementa con un área de asientos en la situación de acceso, aprovechando la diferencia de nivel entre el interior y el exterior de la cafetería, haciéndolo un espacio de transición dinámica en términos de uso y escala.
El sistema de cerramiento diseñado para Hobby se compone de un portón levadizo automático, otorgándole al local un carácter distintivo con los matices propios de un taller. Este recurso ofrece la versatilidad de conectarse directamente con la vereda y la capacidad de adaptarse a las diferentes condiciones climáticas a lo largo del año. El portón puede permanecer cerrado, permitiendo solo la apertura de una puerta de entrada y una ventana lateral destinada a pedidos y entregas, o puede abrirse completamente, difuminando los límites entre el interior y el exterior del local.
La paleta de colores propuesta se basa en tonos grises y neutros, extraídos de materiales naturales y crudos, junto con texturas rústicas sin pintar. Estos tonos se complementan con elementos metálicos, maderas y tapizados en cuero, generando así un ambiente cálido y acogedor que refleja fuerte identidad barrial.
Todo el equipamiento, desde mesas y sillas, hasta mobiliario fijo y móvil, así como artefactos de iluminación, vajilla y decoración, fue diseñado exclusivamente para hobby. Se han empleado materiales naturales y texturas rústicas para realzar la identidad estética del espacio, contrastando las terminaciones rusticas con las refinadas, reforzando la identidad de taller artesanal. La propuesta gastronómica del café, se desarrolló en conjunto con asesores gastronómicos en simultáneo a la propuesta de identidad arquitectónica, de manera tal que el resultado final sea una experiencia sensorial integradora.
Las mesas fueron diseñadas en chapa pintada al horno para la superficie de apoyo, y su base en concreto irregular, complementándose con el hormigón marteliando de la barra de atención, generando contrastes que fusionan materiales de terminación rustica, artesanal e imperfecta, con acabados lisas, suaves, pulcros y delicadas. Estas mesas se encuentran acompañadas por una variedad de sillas y bancos en distintos formatos.
La mesa comunitaria principal fue elaborada en una única pieza enteriza de cedro azul, dándole un acabado con lustre natural, evidenciando su silueta de origen. Su base, se pensó como un acordeón de chapa zincada plegada en ángulos rectos para garantizar su rigidez, contrastando con la forma orgánica de la madera.
Para acompañar la mesa principal, se diseñaron bancos macizos tipo tótem de formas geométricas simples, elaborados en madera de pino y nogal.
Las sillas interiores de la cafetería fueron elaboradas con tablas de madera rustica de incienso y pino, acompañando la estética imperfecta del proyecto. También se complementaron con sillas de diseño, realzando la idea de heterogeneidad en el mobiliario.
El mueble-biblioteca que acompaña la mesa comunitaria, se integra hábilmente con la barra de atención, brindando espacio de guardado para el equipamiento de cafetería. El mismo ha sido diseñado con laterales de chapa galvanizada tensados a la losa, los cuales están perforados y plegados para enhebrar los estantes macizos de madera de incienso con acabado rústico. Asimismo, se diseñaron módulos de muebles bajomesada de madera enchapada, que acompañan la inclinación de la base de mesa comunitaria y brinda un toque distintivo al sector.
La propuesta se extiende a los servicios de cocina y antebaño, donde se planteó un límite traslucido y permeable a través de una cortina metálica, reconstruyendo e integrando la totalidad del espacio, creando juegos de contrastes entre texturas frías y cálidas.
En cuanto al equipamiento exterior, el mismo fue realizado con durmientes de quebracho natural, apilados y encastrados de forma tal que ofrece flexibilidad y dinamismo en su uso, pudiendo ser utilizados como asientos o superficies de apoyo. Este sector se complementa con mesas adicionales de las mismas características que las del interior del local y sillas móviles añadiendo mixtura de estilos y opciones. Este recurso junto con la estética predominante del local, logra generar un cálido espacio de fuerte identidad barrial en la vía pública.
Respecto a la gráfica de local se empleó de forma sutil, con aplicaciones simples sobre el vidrio y algunos elementos pintados a mano, fusionando la identidad del artesano con un estilo sencillo y minimalista.
El isotipo de la marca se desarrolló sobre una de las paredes del local como un artefacto de iluminación, conformado por tres elementos en chapa de bronce florentino martillado a mano. El mismo, combinado con otros colgantes de fieltro, concreto y textiles variados de carácter artesanal, contrastan con artefactos de iluminación lineales minimalistas, acompañando el ambiente del salón.
En conclusión, el proyecto se fundamenta en una profunda apreciación por la estética y la autenticidad, abrazando tres realidades fundamentales: la impermanencia, la incompletitud y la imperfección. Inspirados por el concepto japonés de wabi sabi, se pensó un espacio que celebra la belleza en lo efímero y la elegancia en la imperfección, generando una experiencia estética y sensorial única. Cada detalle, desde las texturas desgastadas hasta las imperfecciones deliberadas en la arquitectura, ha sido cuidadosamente considerado para crear un ambiente que evoca una sensación de serenidad y armonía con el entorno.
En un mundo obsesionado con la perfección y la permanencia, nuestro proyecto invita a reflexionar sobre la belleza efímera de las cosas y la riqueza que se encuentra en lo incompleto. Es un recordatorio de que la verdadera belleza reside en la simplicidad y la autenticidad, y que la vida misma es un proceso en constante evolución.